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PRIMERAS DIFFERÈNCES.

Differènce: termino que usa la mimosa Marce para decir “tener relaciones”, se siente muy francesa la mexicanita nopalera.

 

Después de las primeras citas, o a veces de las primeras horas de conocer a alguien, depende de la situación e intención, viene la hora de conocerse a profundidad… y lo digo sin albur o bueno, un poquito.

 

Y es un momento que define muchas cosas, si aplicará seguir adelante ya sea como relación formal por así decirlo o como fuckbuddy, o sí fue solamente un ´mucho gusto y que Dios te bendiga´ y en ocasiones ni a eso llega y se convierte en un recuerdo y contacto más por bloquear.

 

Por experiencias propias y ajenas sé de excelentes primeras differènces, que a mi parecer son cosa rara ya que no las encuentras siempre o en el otro extremo las de que no sabes si reírte o ponerte a llorar.

 

Así como Carrie Bradshaw he vivido primeras cogidas donde el grillo más lejano hace más ruido que ustedes y el silencio sepulcral es penosísimo. Otras donde los hombres creen que eres una muñeca inflable y piensan que cogerte como ‘Jack rabbit’ es la neta… la neta es que no. ‘Jack rabbit’ es cuando te cogen como conejo, a la velocidad de la luz, taz, taz, taz y cero placer para nosotras.

 

Las de la peda ahogada que ni sabes cómo te llamas, mucho menos como moverte adecuadamente, sólo queda un despertar incómodo y cruda para llorar.

 

Las de sorpresas, como tatuajes en lugares inesperados o tamaños no esperados.

 

De las mejores son cuando hay un click impresionante, todo cuadra perfecto, sin albur de nuevo y sientes la química en todos los sentidos. En estos casos la verdad  puede ser a la primera o a la quinta, ya que agarraste más confianza y la onda, al fin y al cabo es cosa de dos.

 

Influenciada por otras sustancias hasta puedes llegar a gritar en inglés… no promuevo el uso pero tampoco lo juzgo.

 

Hay que aclarar que también hay las de la peda, no ahogada sino desinhibida, que son para platicarles al día siguiente a tus amigas con sonrisa de oreja a oreja.

 

Lamento informar que al ser una peda precoz, estoy acostumbrada desde mis tiernos quince años a experimentar este tipo de situaciones (las primeras veces, no las segundas ni vigésimas, tampoco soy alcohólica) bajo la leve influencia del alcohol, cabe remarcar que al encontrarme sobria en la primera differènce me sentía fuera de lugar, no es de presumir ni mucho menos, al contrario me da pena aceptarlo pero pues es mi caso y ya lo estoy cambiando, cosa que no debería de compartir probablemente… pero justo de eso hablaba el otro día con las otras Mimosas… ¿porqué como mujeres no podemos hablar abiertamente de nuestra sexualidad ni de lo que queremos o no queremos sin dejar de sentirnos juzgadas?

 

Claro que ya es un poco más normal y se ha reducido el tabú… desde que existieran programas cómo Sex and the City hasta que hoy las Mimosas hablemos del tema sin tapujos. Pero no deja de ser un ‘issue’ el que una mujer se exprese sobre estos temas, ya sea desde  lo íntimo como decir si algo te gusta o no, o quieres probar algo en la cama con tu pareja, hasta aceptar con cuantos te has metido y hablar públicamente de ello.

 

No digo que se vulgarice el asunto ni que nos convirtamos en una sociedad libertina y permisiva, pero sí creo que podríamos expresarnos con menos pudor y dejar las culpas atrás.

 

Algo que también influye en esto es el hecho de que entre mujeres tenemos que apoyarnos y no tirarnos malas vibras, ¿de qué sirve que seamos más abiertas si nos seguimos llamando ´putas´ las unas a las otras?

 

Las hay, no me queda duda, pero sin motivo y sólo por celos, envidia o coraje no es de Mimosas llamarnos así, al contrario hay que fortalecernos y crear esa complicidad que tanto les admiro a los hombres.

Luciana

 

 


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