Ale está obsesionada con un nuevo hombre.
Joven, guapo y con dinero. ¿Hay algo mejor que eso?
No que la pobreza tenga algo de malo, pero si consideramos que sesenta millones de mexicanos viven en ella, encontrarte a alguien rico es como ganarse la lotería.
Ale, actriz egresada pero no consumada, tiene fácil cinco años sin un trabajo estable. Actúa en pequeñas obras de teatro y edecanea para pagar sus cuentas, ósea edecanea una vez al mes porque nunca paga ella.
Ale, tiene una actitud desafiante y aunque no es precisamente la mujer más bella, aun así tiene un lema:
“Una mujer joven y hermosa es el equivalente a un hombre rico. Ambos valen lo mismo”
Si el dinero puede pagar belleza, ¿Por qué la belleza no habría de pagar riqueza?
Me he salido del tema.
Ale no sale con hombres a menos que tengan un buen coche, la puedan llevar a lugares caros y que tengan el dinero para darle la vida que ella merece pero no se sabe generar.
El nuevo hombre de Ale se llama Luis. Es empresario, distribuye papel de baño a todas las oficinas de gobierno. Así como lo leen. Se encarga de limpiar la coliflor de todos los rateros.
Hoy en la mañana me dijo:
– Este es el definitivo… lo presiento. –
– ¿El definitivo para casarte?, ¿estas hablando en serio?- Ale nunca había dicho algo parecido.
– Si Marce, imagíname casada con este tipo, todos mi problemas desaparecerían.-
A menos que Ale tenga problemas para limpiarse después de hacer del baño, yo no veía como podría este sujeto salvarla.
Lo peor, Lucía se lo presento.
Si una amiga te dice que te tiene al hombre perfecto para ti es por que algo tiene mal.
¿Por qué no lo quiso ella si es tan perfecto?
Lucía lo conoció en clase de yoga. Salieron por un café, pero como Lucía esta aferrada al celibato hasta que encuentre el hombre de sus sueños, prefirió pasarle la estafeta a Ale.
– Es justo tu perfil Ale – le dijo un día en la tarde – divertido, soberbio, listo, dirige su propio negocio… y es rico.-
Soberbio, ¿de donde saca esta mujer sus adjetivos?
Les planeó una cita y PUM!… Ale tuvo amor a primera vista… del BMW.
Hace rato Luis marco al depa pero Ale no estaba. Seguro andaba de briaga, es Miércoles.
Conteste el teléfono y esta fue la llamada exacta:
– ¿Bueno?
– Si, ¿se encontrara Ale?
– No se encuentra ¿de parte de quien?
– De Luis
– No esta pero si quieres le digo que marcaste
– ¿Quién habla?
– Soy Marcela
– Ah si, me conto sobre ti, ¿no sabes donde esta?
– No, la verdad no sabría decirte.
– Y ¿tú que estas haciendo?
– Mmm, nada (que te importa cretino, pensé)
– Oye, ando por su depa ¿no quieres ir por unos chupes?
– No gracias, mañana trabajo
– Anda, mira que podríamos ir al Pirámides.
*PIRÁMIDES: Motel donde hay alberca, creo… me han contado, y si… puedes ir a chupar. No precisamente alcohol.
No podía creer el descaro del tarado. Cree que como tiene dinero a todas puede comprarnos. Tome un sorbo de mi vodka en las rocas (si, en Miércoles) y le conteste lo que cualquier dama hubiera contestado.
– Va, ¿a que hora te veo?
– Paso por ti
– No, no pueden vernos juntos y además tengo que acabar de hacer unas cosas, te veo en media hora ahí.
– Ok. Te llamo en diez minutos para darte el número de cuarto
Y así fue, diez minutos después estaba marcando.
– El número de la suite es 7. ¿Quieres que te pida algo de tomar?
– Champaña, la más cara obvio, oí que no tienes problemas de dinero, así que quiero eso. Me gusta tomar mimosas para desayunar.
– Perfecto, ahora la pido. Oye, no solo pedí la habitación siete porque es mi número favorito. Es la mejor suite. Tiene la mejor alberca y todo es de lujo… espero que estés acostumbrada al lujo eh!
Rio perversamente.
– No tienes idea.- le conteste
Media hora después marco de nuevo. Esta vez Ale estaba a mi lado. Ya había llegado. Le conté todo lo sucedido. No solo le sorprendió el cinismo del tipo. Estaba sorprendida de mi linda venganza.
– ¿Bueno?, Marce ya estoy desnudito esperándote, ¿Por qué sigues en tu casa cuando podrías estar a mi lado?
– Soy Alejandra. Quédate esperando y cuando termines, vete al carajo.
Colgó y me vio. Las dos nos reímos solo de imaginar al tipo desnudo con su champaña y su alberca.
Sonó el teléfono de nuevo. Iba a disculparse y a inventar cualquier pretexto.
– ¿Ale?, perdóname por ser tan grosero. Si quieres puedes unirte.
¿Era neta? Tenias que darle crédito al malnacido. Tenía pantalones. Bueno, no literal.
Ale colgó de nuevo.
– Marce, todos son iguales. Una basura.
– No Ale, cuando te vendes por dinero lo mas seguro es que acabes siendo usada como un objeto.
No se si Ale aprendió la lección. La única razón para estar con alguien es porque lo amas. Y si es relación meramente sexual que sea físico nomas. El dinero viene y va.
¿Y Luis? Bueno, tiene mucho papel para limpiarse la vergüenza que después va a pasar.
Buenísimo.
y checa tus acentos.
Por qué no escribiste este post antes???? digamos como por marzo ??? jajajaja… excelente me encanta!!