Saltar al contenido principal

EL CIRCO.

Estoy tomando un diplomado de creación literaria; que no solo me ha abierto el panorama en cuanto a lectura y escritura, (Mimosas, mucho de esto lo hago por ustedes, para que no les cueste trabajo leer mis incoherencias), también me ha servido en el ámbito social. He conocido a interesantes mujeres, que hoy por hoy, a poco tiempo de estar en mi vida, no la imagino sin ellas.

De preferencias sexuales diversas, son darketas, punketas, una con pelo rosa, otra con pelo corto, una morena hermosa con mechas güeras; el punto es que son completamente distintas a mí y a mis amigas de siempre y eso lo agradezco pues han tenido vidas difíciles y aun así son fascinantes y únicas.

Nunca me había divertido ni reído tanto con un grupo de mujeres.

El sábado vinieron a mi casa a platicar, tomamos unas cervezas y contamos nuestras cosas más íntimas. Me dijeron que yo era la típica niña popular que las molestaba en primaria o en secundaria. No sé cómo me ven, creo que una especie de Rachel McAdams en Mean Girls (Chicas Pesadas), pero les dije que yo también fui molestada de pequeña, cosa que no creyeron.

A veces el exterior nos juega en nuestro favor o en contra, en el CEA era considerada la gordita chistosa, (todas pesan menos de cincuenta y cinco kilos y no hay manera que yo pese menos de sesenta, evidentemente tienen hipo en la cabeza), y en el diplomado al parecer todos me ven como la despreciable superficial que siempre ha sido popular.

Pues ni la una ni la otra. Soy una persona normal. No, esperen, si soy especial, porque puedo afortunadamente decir que fui criada con muchos principios y valores; puedo llevarme con todo tipo de gente. No cualquiera, somos más prejuiciosos de lo que creemos.

Mis amigas darks me dijeron que fuéramos a un antro llamado “Under”. Yo en la vida había oído de él, y si de algo sé, es de antros. Puede que no sepa de matemáticas o de física, pero… ¿antros?, eso si te lo vengo manejando valedor.

Pues que equivocada estaba, me dijeron que me vistiera de negro y que nos fuéramos. Llegando al lugar había fila para entrar. Supuse, como en cualquier antro, que solo tenías que pararte en la puerta y decir: ¡Somos cinco Chepe! y si estabas guapa te dejan entrar. Pero no, al “Under” le vale si estas bonita o no. A la fila como todos.

Media hora para entrar y yo estaba con la boca abierta, ¿han visto El hombre manos de tijera? ¿Esa película de Tim Burton donde sale el papi chulo de Johnny Depp? Bueno, había como quince parecidos. Me impresionó y me pregunté:

¿Qué necesidad tenemos todos de escondernos detrás de máscaras?

Cada uno de nosotros somos un mundo, y lo único que buscamos es pertenecer, encontrar gente que piense y sienta igual que nosotros.

Vi un ambiente de gente respetuosa, que no importaba quien tenía menos o quien tenía más como en cualquier antro normal, no hay mesas, todos están parados por igual, todos pagan un cover mínimo, y casi nadie estaba borracho, literal solo tomaban cerveza y se la pasaban bailando.

Creo que es el ambiente más sano que he visto en años.

Un día antes había ido a un antro “fresa” con la Mimosa Luz. Nos sorprendió ver a una chava al lado de un tipo, bailando, literal, como prostituta. El tipo estaba echándole agua encima, riéndose de la borrachera de la pobre mujer y denigrándola a más no poder. Eso si se me hizo un espectáculo digno de cualquier circo.

Hombres tratando de ligarnos y mujeres viéndonos feo porque estábamos solas en la barra, vestidas de negro, porque somos viudas. Nuestros ex amores han muerto.

Me puse a pensar que pasaría si juntáramos estos dos antros con estas personas tan opuestas… ¿Cómo se verían? ¿Cómo se tratarían? ¿Quién ganaría? ¿Los mirreyes o los darks? La verdad es que ninguno, porque todos se tratarían igual de mal, se mirarían de arriba abajo y pensarían que uno es superior al otro por el simple hecho de ser diferentes.

Le conté esto a una persona y me dijo: “Yo podría ir a un antro gay, pero a uno así… no, una cosa es ser gay y otra ser un freak”.

FREAK: ‘extraño’, ‘extravagante’, ‘estrafalario’, ‘fanático’. Es un término coloquial para referirse a una persona cuyas aficiones, comportamiento o vestuario son inusuales.

Yo no sé qué sea para esta persona ser un freak, pero entonces yo soy una freak también. Un monstruo, una extraña, una mujer elefante digna de ser presentada en un espectáculo, porque soy original y rara. Me declaro una freak.

Y todo esto se debe a una razón, somos la consecuencia de nuestras vivencias:

Los Legionarios me presentaron a Dios, el Instituto Ruso me hizo cinéfila, Casa Azul me transformó en actriz, me regaló disciplina (que olvidé a los cinco minutos), Televisa me dio garras, me hizo bonita, me dio irónicamente autoestima, Complot Escena, con la improvisación teatral, me enseñó a reírme de mi misma, Mimosas para Desayunar el amor y latido de mi vida, Sogem me ha hecho una mujer completa enseñándome letras…

Dios + Cine + Teatro + Tele + Impro + Mimosas + Letras = Marcela.

Me visto a veces muy extraño, me gustan cosas extravagantes, son una fanática de los libros y del cine, mi comportamiento no es normal para una mujer de casi treinta años… pero esperen… ¿Quién demonios dicta quien está bien y que está mal?

Nadie, absolutamente nadie es mejor que otro. Mientras no hagas daño a otro ser humano ¿Qué importa cómo te vistes? ¿Qué preferencias sexuales tengas? ¿Qué gustos musicales prefieras?

Todos, en el fondo, si realmente lo aceptáramos, no seríamos como somos, seríamos mas auténticos, únicos, originales.

¡Qué flojera ser copias al carbón! ¡Qué nefasto ser todos iguales! Seamos todos monstruos y armemos un freak show.

En cuanto a mí, quiero… no, no… no quiero… ¡Decreto al Universo! ¡Traeme a mi otra mitad de dos cabezas! Ese vikingo monstruoso cejon, muy alto, piernón y nalgón. Trabajador por favor, no tiene que ser guapísimo, eso no me importa, que sea divertido, que ame las simplezas de la vida, que no sea complicado pero que sea pasional, que le valga lo que digan los demás, que esté dispuesto a amarme y aceptarme con todas mis rarezas, que me tenga paciencia, pero sobre todo, que ame a toda la gente freak que está a mi alrededor. Lo decreto ahora mismo, mostrillo vikingo… ¡ven a mí! (Universo, si es bueno en la cama y está bien dotado, te lo súper mega agradeceré).

Porque en nuestra boda habrá actrices de cincuenta kilos apunto del desmayo, habrá improvisadoras haciéndose las chistosas, mujeres casadas muy creyentes en Dios, madres solteras, escritoras darketas vestidas de negro, Mimosas acabándose todo el alcohol…

Todo un circo.

Pero ahí, dando el show principal, estaré yo; la mujer de dos cabezas que lo amará con todo su freaky corazón.

 

(Si tú como Mimosa, tienes una historia que contar, mándamela a mi mail [email protected] y pon de título POST. Pon tu nombre y una foto para que se promueva el post y si tu historia es buena la subiré al blog, serás mimosa por un día… ¿Te atreves a salir en el blog? ¿Te atreves a que te lean nuestros 20 mil lectores al mes? ¡Haz la diferencia y mándame tu material! Yo me encargo de lo demás. MIMOSA MARCE)

 

@marcelecuona

 

Marcela1

 

 


Comentarios

  1. Todos somos diferentes y eso es lo bonito de la vida!!!! Todos somos especiales, unicos, originales y bellos!!!! Hoy puedo decir que cada uno encuentra a su monstrito perfecto, lleva tiempo pero aparece ese hombre perfecto o mujer perfecto para cada uno, hecho y horneado con amor para nosotros!! Adelante Marce, me encanta leerte!!!

  2. Hemos abierto nuestras puertas a la vida nocturna y cultural, El Under es de quién lo hace suyo sin mas. Gracias por ser parte de ello. Muerte a los prejuicios, viva la noche, que es de tod@s!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *