¿Recuerdan cuando se vieron por primera vez? ¿Ese micro segundo cuando en sus ojos se vio un “me gustas”; y de todas las personas, se eligieron? Esa sonrisa tímida de uno, esa confianza del otro, el beso lo detonó. En ese beso, existió la posibilidad del amor.
Se tocaron, ¡Vaya que se tocaron! Llenaron el vacío de sus vidas al tener sexo desenfrenado sin ninguna consecuencia, sin importar la hora ni el lugar. Qué manera de valer madres, de no hacerse responsables de lo que conlleva desearse tanto. Él, ella, ustedes. Inseparables; cuando uno conecta lo único que importa es llenarse por completo, besarse hasta morir, mirarse, vivir el momento.