Ale por fin estaba enamorada.
Le gusta un niño que le presente en una fiesta hace tres semanas.
Él se mostro interesado desde el momento en que la vio. Le compro un globo (ella quería específicamente uno de ranita), le invito unos vodkas y la llevo a su casa sin querer besarla. Un caballero en potencia.
En nuestra generación ya no nos importa mucho que nos regalen flores o que nos abran la puerta. Ya solo nos basta con que sean lindos en nuestra presencia.
Le mando mensajes en la madrugada diciéndole que era la mujer más bella que había visto. Le puso:
“Ya llegue a mi casa princesa, descansa por que mañana no te voy a dejar ir aunque me lo ruegues.”
Ella no lo podía creer. Ningún hombre le había dicho princesa, bueno si, cuando querían sexo los cínicos.
Al día siguiente paso por ella como lo habían acordado. Ale se había pasado toda la madrugada mandándole invitación en Facebook, twitter y en Blackberry Messenger.
Ya en el coche, el pobre hombre moría de nervios. De verdad que estaba loco por Alejandra. Le sudaban las manos y le hacia preguntas tontas. Pero Ale, siendo una mujer dura y fría, tenía la situación bajo control. Le tomo la mano y le dijo
– No estés nervioso. A final de cuentas yo no busco una relación estable. Vamos a pasarla bien.
– Ale, yo no busco eso nada mas.
Ella se quedo callada. No supo que contestarle a ese hombre tan decidido.
Pasaron la noche viendo películas en el departamento del susodicho. Le hizo de cenar atún sellado con verduras al vapor por que Ale le había especificado que llevaba dos semanas a dieta y no pensaba romperla.
La dejó en la puerta del departamento. Le quito el pequeño mechón de la frente y se dispuso a besarla. Ale lo tomo del brazo y lo metió al departamento. Lucía y yo jugábamos rummy en el comedor. Siempre me gana.
Ale paso junto a nosotras sin voltear a vernos. El hombre en cuestión solo grito:
– ¡Mucho gusto y buenas noches!-
Por los gemidos y los gritos, Lucía y yo tuvimos que apostar. Yo aposte que fingió los orgasmos, Lucía aposto que fueron genuinos.
Perdí yo.
Todo un mes a lavar ropa interior.
Él se marcho en la mañana y a las dos horas Ale recibía un arreglo de rosas. En ese momento Ale decidió que estaba enamorada.
Le mando mensaje dándole las gracias.
Le mando mensaje diciéndole que lo extrañaba.
Le mando dos horas después otro preguntándole donde estaba.
Él le dijo que en la oficina que la vería en la noche, eso si ella quería.
Ella ya no le mando mensaje. Le marco.
– Claro que nos vemos en la noche guapo. ¿A donde vamos?-
Le contesto y colgaron. Ale creyó que seria un buen detalle ponerle en el muro del face un recado diciéndole que había pasado una buena noche junto a él. Por si alguna zorra merodeaba por ahí, que le quedara claro que el señor ya tenía dueña.
Ale le llamo de nuevo. Le dijo que ya lo extrañaba. El rio. Ya pronto se verían.
NOTA. La intensidad es prima hermana de la ociosidad. Si no quieres ser intensa búscate algo que hacer. Si no trabajas, estudia. Si no estudias, trabaja. Si no haces ninguna ponte a hacer ejercicio pero actívate. Así pensaras menos en el y la cagaras menos.
Se vieron dos semanas seguidas. Todo iba perfecto, pero cada vez que Ale le prestaba más atención él se excusaba más para verla.
¿Por qué será que cuando los hombres nos ven interés nos dejan de buscar?
Y bueno, esta de más decir que mientras disminuía el interés del hombre crecía la intensidad de mi amiga.
Le llamaba a todas horas. Se enojaba con el y le mandaba mensajes diciéndole que ya no la buscara si no pensaba tomar eso en serio. Pero a los diez minutos le pedía perdón por la intensidad, que cuando quisiera la podía buscar.
El hombre ya no tenia detalles. Todo lo contrario, ya no la buscaba. La había borrado del face por el acoso intensivo de Ale. Solo le hablaba para tener sexo y en el depa del susodicho.
Ale estaba desesperada. ¿Qué había cambiado? Al principio había sido un rey, ¿por qué, si ella le ofreció una relación abierta al principio, no la quiso y mas bien la sedujo para enamorarla y botarla?
Hasta que un día, sin razón aparente y de la nada, el romance murió. El ya no contestaba ni los mensajes ni las llamadas.
Ale se deprimió y lo busco durante días pero no paso nada. Él no quería saber más de ella.
Hace unos días me dijo que se lo encontró y lo cacheteo. No se si el tipo lo merecía pero eso si, mi amiga se sintió mejor con ella misma. ¿Intensa? Nahhh… para nada.
No hay razón para ser intensa. Yo lo he sido, tu seguro también y tu vecina el triple. Lo hacemos para retenerlos y lo único que hacemos es ahuyentarlos.
El cortejo es un juego que lleva muchas generaciones. No tiene mucha ciencia y no trates de cambiarlo. Ya.. cuando seas su novia y el hombre ande perdido por ti, se intensa, pero recuerda que todo con moderación.
A los hombres les gusta ser los cazadores, no las presas. Les gusta el misterio de la mujer, pensar que si no se ponen las pilas otro hombre les va a ganar.
Esto que diré es muy cliché pero es real.
Date a desear.
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